Comúnmente
se le atribuye a Bertolt Brecht ,el famoso pasaje que más adelante transcribo, copiado
de Wikipedia, pero su autor fue el pastor luterano alemán y antinazi, Martin
Niemöller .
Original
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Traducción
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Als die Nazis die Kommunisten holten,
habe ich geschwiegen; ich war ja kein Kommunist. Als sie die Sozialdemokraten einsperrten, habe ich geschwiegen; ich war ja kein Sozialdemokrat. Als sie die Gewerkschafter holten, habe ich nicht protestiert; ich war ja kein Gewerkschafter. Als sie die Juden holten, habe ich nicht protestiert; ich war ja kein Jude. Als sie mich holten, gab es keinen mehr, der protestieren konnte. |
Cuando los nazis vinieron
a llevarse a los comunistas,
guardé silencio, ya que no era comunista, Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, ya que no era socialdemócrata, Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, ya que no era sindicalista, Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, ya que no era judío, Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar. |
Desconozco el contenido íntegro del sermón, pero mi
consideración particular sobre el famoso pasaje acerca de lo que quiere
decirnos y transmitirnos, es acerca de los
oídos sordos a los dictados de nuestra propia conciencia que, por regla
universal, los seres humanos hacemos, mientras que las villanías, las
manifiestas mentiras, los reiterados y flagrantes abusos y transgresiones de
normas y leyes, etc. etc., que los poderosos de turno hacen, perjudican o
afectan a los demás, a los otros.
Porque el Creador, que no tiene acepción de
personas, dotó a cada uno de nosotros de esa guía, nuestra conciencia, esa
bombillita que se enciende y se apaga, y que nos indica por sentido común, lo
que es correcto, lo que debe ser, lo que es justo e injusto, bueno o malo,... Esa poderosa arma que ni el más poderoso
régimen podría acallar, estando ésta despierta. Y por ello, hay que
adormecerla por los más diversos modos, mediante la permisividad en el consumo
de drogas, la promiscuidad, la relajación y hasta perversión de las costumbres con imposición del todo vale, adoctrinamiento sistemático
desde la más tierna infancia a través de
la imposición de escuela y tipo de educación, la propaganda mediática con exaltación
de prototipos humanos muy lejanos a los hasta ahora convencionales en los que
primaban las virtudes y los valores éticos, ... En fin, que lo que entonces
ocurriera en la Alemania Nazi, lo más probable, seguro, hoy se repite porque,
según creo, las adormideras proliferan.