(*) Este comentario junto con otros que realicé tras la lectura del libro de Javier Cercas, en el 2005, los conservaba guardados. Hoy he decido "resucitarlos", y publicarlos.
(**) La continuación prometida devino un año más tarde. Ver http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2016/07/soldados-de-salamina-2-personajes-y-fin.html
(2) Copio y pego párrafo extraído de Wikipedia, Soldados de Salamina, Creación de la novela, en el que se explicita cómo se gestó en Cercas la consumación del libro.
Con la finalidad de que como yo, poder contrastar diferentes versiones de un mismo hecho, copio y pego información sobre Sánchez Mazas leída en http://www.fnff.es/Rafael_Sanchez_Mazas_ni_me_arrepiento_ni_me_olvido_592_c.htm, de la que extraigo algunos párrafos que seguidamente copio y pego:
" En marzo de 1936, Rafael Sánchez Mazas fue hecho prisionero en Madrid por los milicianos rojos. Aprovechando un permiso temporal por el nacimiento de su cuarto hijo, consiguió refugiarse en la embajada de Chile. En otoño de 1937 intentó la fuga pero el 29 de noviembre de 1937 fue detenido en Barcelona. Estuvo en el barco-prisión Uruguay hasta el 24 de enero de 1939, cuando fue conducido al Santuario de Santa María del Collell junto a otros prisioneros para ser asesinados. El 30 de enero escapó de un fusilamiento en masa, cuando las balas ni le rozaron y huyó campo a través hasta que alcanzó un bosque y se pudo refugiar. Caminó toda la noche y tuvo la inmensa suerte de encontrarse con los falangistas de la Quinta División de Navarra, en Cornellá de Terri. Este episodio, con muchas tergiversaciones y mentiras, es la base sobre la que se asienta la narración de la novela Soldados de Salamina, de Javier Cercas y la película del mismo título dirigida por David Trueba. Sánchez Mazas, a modo de salutación y ofrenda, escribió a los pocos días de este suceso: “Al unirme a la España Nacional y a la santa hermandad de la Falange –gran guardia del destino patrio, innumerable y heroica familia- tengo el alma desbocada, a la vez de amargura y de júbilo, por la memoria de aquél Capitán mío, a quien tanto quise y perdí: José Antonio Primo de Rivera”.En febrero de 1940 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la Lengua y en 1951 nombrado Presidente del Patronato del Museo del Prado. Fue, también, Delegado de la Falange Exterior, Consejero Nacional y Vice-Presidente de la Biblioteca Nacional. Junto a numerosísimos artículos periodísticos, en 1951 publicaba La vida nueva de Pedrito de Andía, de la que el crítico Miguel García Posada llegó a decir en 1995, al salir una nueva edición que es “una novela que roza la perfección”.