Las tierras flacas, de Agustín Yáñez.(*) Libro RTV 74, Biblioteca Básica Salvat, 1970. Prólogo de Manuel Andújar.
Es la tercera vez que leo esta espléndida novela del escritor mexicano, Agustín Yáñez, hombre de letras que también ejerció de político y de gobernante, la escribió en los sesenta del pasado siglo XX. La trama aunque conocida logró entusiasmarme de nuevo. Y volver a disfrutar con la sencillez de los personajes, de sus conflictos, de sus reacciones, de las enseñanzas y de los dichos, ¡cuán numerosos y qué sabios!
Son sus personajes principales el campesino Rómulo, su mujer Merced y su hija, Teófila, junto con la simpar Matiana y Don Epifanio y sus bastardos entre los que destacan Felipe, Jesusito , Plácida y Miguel Arcángel/Jacob Gallo.
La trama nos describe el atraso y la miseria en que las ambiciones desmedidas de unos seres sin escrúpulos, unidas a la inacción de los lugareños, han llevado a una región. Conflicto que Yáñez escenificó en un recóndito lugar del Llano de Jalisco (México), en los años posteriores a la Revolución Mexicana. Cuyas gentes viven de las labores agrícolas y ganaderas,en muy duras condiciones de vida. Personas humildes y, en su mayoría, analfabeta. No hay médico, ni curas, ni policías, ni diversiones salvo los festejos relacionados con los ritos y tradiciones religiosos tales como las pastorelas de Navidad.
Situación , no obstante, que puede ser extensible a cualquier otro lugar del mundo, pues nos habla de cómo sus gentes, en lugar de enfrentarse a los que los avasallan, están inhibidos a la espera de la llegada de un “salvador” que les saque de tan difícil situación.
En este apartado paraje del mundo señorea Epifanio Trujillo, un mujeriego tipejo, progenitor de numerosos bastardos habidos con innumerables mujeres del entorno. Individuo que de la nada, gracias a su falta de honradez y de escrúpulos junto a una avaricia desmedida, ha logrado convertirse en avasallador amo y señor del lugar.
De sus muchos bastardos, que son inconfundibles
para las gentes del lugar por sus comunes y singulares modos de ser y
principalmente de hacer, tienen capital protagonismo en la novela: Felipe, Jesusito, Plácida, y “Miguel Arcángel/Jacob Gallo”, en quien el viejo patriarca, creyó tener al sucesor de su feudo pues reunía
dos cualidades para él importantes: fuerza
y maña.
Tras esta última lectura han
surgido personajes y cuestiones que
antes me pasaron desapercibidas. Entre ellas la figura de Teódulo(1) Garabito, el cabal
campesino abuelo de Rómulo, y anterior propietario de la hacienda y tierras en
poder del voluptuoso vejete.
Otro de los aspectos antes pasado por alto fue la condición de
inferioridad de la mujer reflejado en
la novela a través de distintos personajes como Mercé( 1) y Teófila,
esposa e hija de Rómulo, Plácida,
hija de Don Epifanio, la infeliz Amandita,
Sara Gallo, Florentina Sánchez, y la simpar Matiana. ¡Qué gran personaje! Es un mundo de hombres. Más que de hombres,
para “machos”. Me resultó especialmente insultante, no sé si el término es el
más ajustable, las condiciones establecidas por el Pifas en su plan patriarcal para el reconocimiento y mantenimiento de las
criaturas engendradas, en el que se reservaba la posesión absoluta de la patria potestad. Se
refiere que lo quitaba a la madre natural y lo daba a otra. Y, lo más
asombroso, todas, pobres mujeres, lo aceptaban. Evidencia, sin duda, del grado
de indefensión, ignorancia y pobreza de la mujer en aquella zona del mundo.
Y por último la cobardía de las
gentes expuestas magistralmente en el capítulo “Jerusalén. El regreso de Miguel Arcángel, “dedicado a la pastorela del día de Navidad en la hacienda
de Don Epifanio. Pasaje soberbio . Soberbio porque impacta en primer lugar la
realización de la villanía ideada por uno de los bastardos de cobrar a los feriantes,
algo inédito hasta entonces. De la reacción de los feriantes y de cómo son
maltratados y finalmente desprestigiadas y estropeadas sus mercancías. Pero lo
más impresionante es la cobardía de las gentes, de todo el pueblo allí
congregado, cuya reacción en contra hubiese evitado el escandaloso
abuso .
De mis lecturas anteriores
hay unos cuantos comentarios sobre
aquellos aspectos de esta singular novela que entonces despertaron mi interés ,
(*) a los cuales me remito y que detallo seguidamente:
https://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/las-tierras-flacas-de-agustn-yez.html
Esta interesante novela fue escrita por el mexicano Agustín
Yáñez en 1962. La edición
por mí leída es de Biblioteca Básica Salvat de Libros RTV, número 74, de 1970.
Prólogo de Manuel Andújar. La leí por primera vez hace unos diez años.
Me…
https://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/las-tierras-flacas-de-la-suerte-y-de-la.html
Regreso al personaje de ficción don Epifanio y a su pliego de descargos
ante el Tribunal Supremo de Dios, en los momentos inmediatos a su muerte
física, rodeado por mujeres que suplican, con sus rezos e invocaciones, el
perdón para aquella alma…
https://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/los-trujillo-de-las-tierras-flacas.html
Lo primero que hay que aclarar es
que Trujillo es el apellido del mujeriego Don Epifanio, "el Pifas",
padre de numerosísimos bastardos habidos también con numerosas mujeres, tan
variadas como las flores de la zona rural de México, en donde…
https://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/las-tierras-flacas-matiana.html
La hechicera Matiana, la "Madre
Matiana", como es denominada
muchas veces a lo largo de la novela es, en mi opinión, el más singular de
todos los personajes descritos. La posible metáfora en ella encarnada es
también la más difícil …
https://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/las-tierras-flacas-el-alma-humana.html
https://silvialeyendo.blogspot.com/2015/02/la-doblez-en-politica-de-las-tierras.html
Este
comentario va dedicado al personaje de “Miguel Arcángel Trujillo / Jacob(*) Gallo”, los dos nombres o identidades con los que es conocido
en la novela el mismo personaje, un sujeto especial entre…
https://silvialeyendo.blogspot.com/p/agustin-yanez.html
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(*) https://colnal.mx/integrantes/agustin-yanez/.
(1)Teódulo: La
palabra "Teódulo" viene del griego Thedoulos y significa
"Esclavo de Dios, nombre propio". Sus componentes léxicos son: theos
(dios) y doylos (esclavo). Ver: otras raíces griegas, teología, teodolito y
también dulía.
Merced. Nombre
femenino. Gracia o favor, especialmente concedidos por Dios o por un soberano.