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sábado, 14 de febrero de 2015

El capitán y el enemigo (y fin)(Víctor/Jim o el caro precio de la pasividad) (5)

Con esta entrada, destinada al joven  Víctor/Jim, el narrador de la historia, y  según  ya dije, usado por Greene como nexo e hilo conductor del relato, pondré fin a mis comentarios sobre este libro. Personaje cuya significación real - antes, cuando mi primera lectura -me pasó desapercibida. Y con el que el autor  personificó al escritor nato, es decir,  al ser que siente la necesidad de contar sus experiencias personales. Primero, cuando niño, mediante  apuntes en su infantil diario;   y luego,  ya adulto,  ejercida como  un  profesional del periodismo. El personaje de Víctor/Jim, sin embargo, no me resultó atractivo. Tal vez porque en la obra se nos muestra como a  un ser de  carácter dubitativo y muy  lejano a los demás y a sus circunstancias, es decir,  a la realidad  de los otros, los que le rodean. Lejanía  que obedece, pienso, porque está en demasía concentrado, absorto, en sí mismo y en sus asuntos personales , y no se pone  en el lugar del otro, o los otros. Característica evidenciada principalmente en la segunda parte de la novela, cuando se nos describen sus actividades en ciudad de Panamá, así como su total indiferencia al contraste tan enorme entre ricos y pobres, que aquella capital le ofrece, y ni tan  siquiera, al parecer, quiere  saber quiénes eran Somoza ni los sandinistas, de la vecina Nicaragua. Sólo se afana por lo que cree le pueda afectar a él, es decir, el Capitán y los raros y confusos negocios de éste.

La actitud encarnada por este personaje Víctor /Jim,  es la de quien desea tanto conocer la verdad, como distinguir  al bueno y lo bueno, pero cuyo grado de  pasividad e indolencia naturales es tan elevado que constituye su principal enemigo, al menos el de su  conciencia. Conducta, por cierto, que la equiparo con la nuestra, las gentes comunes, los del montón de aquí de España, que, como vulgarmente se dice, “tragamos” todo lo que se nos eche por parte de los que nos mandan o nos quieren mandar, (en Madrid, en la Comunidad, en el Ayuntamiento, etc. etc.).  Pues avanzamos sin enterarnos y sobretodo sin querer enterarnos, desprovistos de espíritu crítico para detectar al bueno del malo, al veraz del mentiroso, al leal del falso… Esperemos, pues, que no nos pase como a Víctor/Jim, y como a éste, al final, en rumbo a nuestro Valparaíso particular, sucumbir en el intento por sobrevivir de modo feliz y acomodaticio.


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15 de febrero de 2015: He revisado  y actualizado algunos de los comentarios realizados sobre esta obra de Greene.







domingo, 29 de junio de 2008

Los abstemios (o de la abstención) (Monseñor Quixote) , febrero 19, 2007

Esta novela de Greene, aparte de inspirarse en las figuras literarias de Don Quijote y Sancho, es también un buen folleto de propaganda para la venta de algunos de los vinos españoles, especialmente los manchegos y los gallegos. Casi todas las aventuras de este par van rociadas de vino español e, incluso, en alguno de los capítulos se lanza crítica contra los llamados vinos de etiqueta. Este “culto al vino" me llamó la atención y por ello lo hago constar aquí. Aunque  me llamó más la atención la marcada preferencia del padre Quijote por la señorita Martin, más vulgarmente conocida por Thérèse Lisieux, Santa Teresita del Niño Jesús, la santa francesa.
No obstante, debo justificar el título escogido, que, desde luego, no lo ha sido en referencia a la novela, sino por el montón de los andaluces, un 64%, que, como vulgarmente se dice, han pasado olímpicamente de las reformas al estatuto para Andalucía. Esta abstención elevadísima, acaso sea interpretada por algunos como una muestra de la indolencia de un colectivo. Para mí, por el contrario, es la manera o voz de mayor elocuencia de un pueblo, el andaluz. Pero, sin olvidarlo, también, español; porque evidencia que la gente está “ harta” de los políticos y de sus discursos y preocupaciones. Las cuales van dirigidas a la acumulación de más y más poder y hacer, como hacen, lo que les da la gana. Si gusta como si no gusta y siempre en el nombre del pueblo soberano. Cuando el referéndum para la Constitución europea, luego con lo del estatuto para Cataluña y ahora éste , en todos ellos, la vencedora indiscutible fue la abstención, o sea, los abstencionistas. Los abstemios al vino del enredo y la demagogia barata en que se ha convertido la cotidianidad de la política española. Un mundo, el de los políticos que va en línea paralela al de los comunes, sin coincidencias, pues, y cada vez más distante.
 

viernes, 7 de marzo de 2008

Monseñor Quixote (España y Greene)

Una de las cosas que más me llamó la atención de esta novela fue el conocimiento y la cercanía que Greene muestra en ella por España. La trama se desarrolla en los años inmediatamente siguientes a la muerte de Franco, ya en democracia, con un partido Comunista legalizado, una ETA que sigue matando, y muchos de los españoles corrientes desperdigados por buena parte del mundo, especialmente por Europa e Hispanoamérica.  Una mayoría de la población todavía se reconocía como cristiana y practicaban y respetaban cultos y creencias de la Fe Católica.

En esta obra aparecen muchos lugares, hechos y  personajes   entonces conocidos , de nuestra  particular historia, tales como, por citar algunos, Unamuno, Franco, Carrillo, El Toboso, el Valle de los Caídos, Salamanca, el OPUS DEI, los vinos y quesos y, en resumen, un sinfín de cosillas y detalles propios, nuestros, que halagan, - preciso, a mí me halagan – que un foráneo conozca y hasta hayan sido objeto de su particular interés y decidido inmortalizarlos en una de sus creaciones.

La novela es también buen folleto de propaganda para la venta de algunos de los vinos españoles; manchegos y gallegos, especialmente. Casi todas las aventuras de esta singular pareja del curita y el comunista van, figuradamente, rociadas de abundante vino español.

El Capitán y el Enemigo (3) (Los malos y los menos malos)

En la primera parte de la novela la trama se centra en las relaciones entre el trío protagonista, - Capitán, Liza, Niño- ,  con el nombrado “Diablo”, el papá del muchacho y lazo que los une. Es la parte del libro que más me agrada. Por lo allí contado y también porque en esta parte de la historia es más fácil, según creo,  identificar al bueno del malo, lo bueno de lo malo, o, en suma, el capitán o amigo del enemigo real. Ya que el bautizado como "Diablo", tiene muy bien puesto el apodo; es el “enemigo” y se le describe como ser ambicioso, interesado, despreocupado totalmente de los demás, incluido su único hijo. Este sujeto, como la narración nos revela, es una joya en desafectos y maldades con todos los suyos, directos o indirectos. Bajo una apariencia de honorabilidad y respeto se esconde un ser bajo, malo, cuya preocupación y objetivos únicos son vivir bien. Entendiendo esto último como disponer de dinero para gastar, independientemente de dónde proceda, sexo y abundante buena comida.

El personaje de Liza encarna el papel de la pobre víctima. Su apatía y frustración son consecuencia de su esterilidad, de su imposibilidad de concebir un hijo propio, luego de un criminal aborto al que fue obligada por el “padre”, que prefería pagar para matar que no para dar vida (pagaba aborto pero no parto). 

Siempre me olvido del  personaje del niño/joven, narrador e hilo conductor de la narración. Sus disquisiciones y recuerdos facilitarán  al lector distinguir  al bueno del malo en función de su hacer, que no su parecer . Así,  por ejemplo, he recordado las preferencias  del Capitán mostradas por el pirata Drake (1) comparado con Morgan(2) , porque aunque bandidos los dos,  Drake era mejor porque, "se llevaba el oro y mataba a unos cuantos españoles, pero no destruía la ciudad" ( pág. 134). Es decir, “no mató ni destruyó así por así”, como, según reflexionaba el Capitán,  lo hizo sir Henry Morgan, quien sí se afanó en no dejar tras sí piedra sobre piedra cuando sitió Panamá. Particularmente, me ha parecido muy interesante esta reflexión de Greene por boca del Capitán”,  que le da un grado de bondad al hecho de no destruir por destruir (Drake), y por el contrario,  aumenta la maldad o mayor gravedad del hecho por la circunstancia de destruir lo ya levantado (Morgan).

 
Pensando en este pirata Morgan me ha venido a la cabeza toda esta cuestión del tema del proyecto de estatuto de autonomía(*) reclamado por unos políticos catalanes luego de más de veinticinco años de contar con uno que les ha permitido "de hecho" tener de lo que ahora piden se inscriba como legal y legítimo. ¿Por qué será?

Queda pendiente hablar del niño/joven, Víctor/Jim.-

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(*) En aquel entonces, año 2006, la cuestión de un nuevo estatuto para la autonomía catalana era la única preocupación de los que estaban gobernando en la Generalitat de Catalunya,  un gobierno Tripartito formado por socialistas del PSOE, separatistas de Esquerra Republicana, y los de la coalición de izquierdas, Iniciatives per Catalunya. Asunto al que se dedicaron, en exclusiva, por  dos legislaturas.




7 de diciembre de 2015: Nueve años más tarde, la comunidad catalana luego de unas elecciones anticipadas , cuyos resultados ciertos no fueron los esperados por sus convocantes, se halla en una situación de total paralización.





5 de febrero de 2020: Desde el comentario inicial han transcurrido unos quince años. Durante ese tiempo la Comunidad Catalana ha sufrido fuerte regresión en casi todos los ámbitos, pero principalmente en los de la convivencia ciudadana. La sociedad está fragmentada entre los a favor de la independencia y los que no, al parecer, en proporciones  parecidas; aunque los que mangonean y se auto proclaman representantes únicos de “Cataluña”, y la usan como pertenencia exclusiva,   son los secesionistas. Hubo una DUI televisada, inmediatamente desdicha por el propio declarante, que los días 6 y 7 de septiembre de 2017, tuvo un bochornoso y aberrante prolegómeno en el Parlament (asamblea autonómica). Huida al extranjero de algunos de los capitostes, entre ellos el President de la Generalitat. Aplicación de un 155 “light”(ligero). Encarcelados y juzgados los cabecillas que se quedaron aquí. La publicación del fallo del Tribunal Supremo, en octubre de 2019, pese a que fuera por unanimidad y se contemplaran los hechos juzgados como sedición y no rebelión, y además, no se sumaran las penas según delitos cometidos, es decir, cierta benevolencia por parte del tribunal, la ciudad de Barcelona, estuvo durante más de quince días, siendo objeto de desmanes, incendios, cortes en vías públicas , establecimientos y comercios robados , el aeropuerto bloqueado, etc. etc. , sin que, por otra parte, hubiese una efectiva actuación de los servicios públicos de seguridad.

Este breve recuento de los principales hechos acontecidos, que no todos, los hago a los efectos de inducir a otros a la misma reflexión mía:
 ¿Quién es el capitán (amigo, el bueno); y quién, consiguientemente, el enemigo (el malo)?  

He aquí la respuesta : "Por sus hechos les conocerán". 







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(1 ) Transcribo - copio y pego- sacado de Wikipedia, historial del pirata Drake.
Francis Drake (Tavistock, Inglaterra, c. 1543-Portobelo, Panamá, 28 de enero de 1596), conocido en España como Francisco Draque, fue un corsario inglés, explorador, comerciante de esclavos, político y vicealmirante de la Marina Real Británica. Dirigió numerosas expediciones navales contra los intereses españoles en la propia España y en las Indias, siendo la segunda persona en circunnavegar el mundo en una sola expedición, tras Elcano, y participando en el ataque a Cádiz de 1587, la derrota de la Grande y Felicísima Armada y el fallido ataque a La Coruña de 1589, entre otras.
Fue y sigue siendo una figura controvertida. En una época en la que Inglaterra y España estaban enfrentadas militarmente, fue considerado como un pirata por las autoridades españolas, mientras en Inglaterra se lo valoró como corsario y se lo honró como héroe, siendo nombrado caballero por la reina Isabel I en recompensa por sus servicios a la corona inglesa.


(2)  Copio y pego introducción al historial de Morgan según Wikipedia:
Henry Morgan (Llanrumney, Gales, Reino de Inglaterra, c. 1635Lawrencefield, Jamaica, 25 de agosto de 1688), o Sir Henry Morgan, fue un corsario, gobernante y marinero galés. Hijo de un rico labrador, dejó su hogar para acabar residiendo en la isla de Jamaica, donde empezó a asociarse con otros filibusteros de la época, como Christopher Myngs y el neerlandés Eduard Mansvelt, de quien fue seguidor.[2]
En connivencia con los gobernadores jamaicanos, bajo autoridad británica, y en medio de diversas tensiones políticas con potencias de la época, emprendió varias campañas bélicas contra las posesiones españolas en la zona del mar Caribe. Realizó su primera operación a gran escala en 1668 al saquear la ciudad de Puerto Príncipe (actual Camagüey) en Cuba, y culminó con la atrevida acometida a la ciudad de Panamá en 1670. En este lugar, a pesar de tener las circunstancias en su contra al atravesar el istmo de Panamá a través de la selva, y con evidente desventaja de hombres y armamento,[3] demostró sus dotes de mando al encabezar una banda de asaltantes hasta lograr la victoria.
A pesar de los desmanes cometidos durante sus expediciones en América, fue nombrado caballero por el rey Carlos II de Inglaterra el año de 1674, y ocupó el cargo de Teniente Gobernador de Jamaica, donde ejerció la función de perseguir a piratas de la zona.[4] En sus últimos años de vida sufrió de una precaria salud. Al morir, sus restos fueron sepultados en el cementerio de Palisadoes de Port Royal.
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El capitán y el enemigo,(1) de Graham Greene

Título del original en inglés "The Captain and the Enemy", editado en español por Seix Barral, 1ª edición, 1988, traducido por Ana Mª de la Fuente, Colección Biblioteca Breve. Obra publicada por un octogenario Greene en 1988. Libro leído por primera vez hace ya unos cuantos años. Sólo conservaba el recuerdo- buen recuerdo - , del singular personaje del Capitán y de su diligente protección por una tan desvalida como  simple mujer.

El libro, tras esta segunda lectura,  ha ganado en mi interés y aprecio. La trama argumental, narrada en primera persona, se desdobla en dos historias con etapas, panorámicas y problemáticas, bien diferenciadas . Pero ambas  protagonizadas por el trío compuesto por el Capitán, Liza y el niño-joven que nos las explica. Narración de lectura fácil y amena, como todas las otras ficciones de Greene por mí leídas. Su protagonista es más bien un anti-héroe. En esta novela, según creo, la singularidad del protagonista principal, el Capitán, se hacen superiores, ya que, tanto como de su verdadera identidad, como de sus hechos o actividades reales, sólo leemos opiniones e insinuaciones que alimentan sospechas e intuiciones poco favorables al personaje en cuestión. De tal modo que, si tuviéramos que catalogarlo por cómo intuimos  se gana la vida, diríamos de él que "no es trigo limpio". Si, por el contrario, tenemos en cuenta su fidelidad, desinterés, afectuosidad, consideración y  acción protectora mostrada hacia  Liza, el indefenso y sencillo ser amado y objetivo único de su existencia, bien podríamos calificarlo de "oro en paño".

Map of panamaComo antes cité, el argumento de la novela gira en torno a dos momentos bien diferenciados en la vida de sus tres protagonistas. Entre una y otra etapa han pasado unos diez años. Han cambiado muchas cosas. El escenario de la acción se traslada a nuevas latitudes y el narrador de la historia, Víctor/Jim, deja de ser niño para convertirse en un joven sin experiencia alguna de la vida.
Primeramente nos encontramos en  un suburbio del nebuloso y frío Londres, capital del Imperio Británico,  país poderoso, de antigua tradición democrática con sólidas instituciones y respeto de los derechos civiles. Más tarde la situación se traslada a  un pequeño país dividido y gobernado, dice Greene, por un socialista, en alusión a Panamá, el de los ochenta, cuando Omar Torrijos era presidente democrático y en Nicaragua, país vecino, la dictadura somocista, auspiciada o al menos favorecida por los norteamericanos, se mantenía en el poder por la fuerza y en lucha encarnizada contra los filo comunistas sandinistas, ayudados por la dictadura de Castro. País de clima tórrido y exuberante flora y fauna; de corta tradición democrática, en el que,  en ocasiones, sus gobernantes  -como en muchos otros países en otrora tiempos bajo la Corona de España - son amantes de los sables y de las pistolas y propicios de agarrarse al poder para con impunidad llenarse los bolsillos. En los que esta fuerza es ejercida en compañía con la del poder político-económico  formando una tupida red de corrupción que persigue sólo el interés particular y personal. Lejos, muy lejos, del bien o bienestar común, el de todos, o, cuanto menos de la mayoría. Panorama éste, obviamente, bien distinto al de Londres, capital de Reino Unido, regido por un sistema de monarquía parlamentaria y de reconocida tradición democrática..