domingo, 26 de octubre de 2014

El Abogado del diablo, por Morris West ( y 5)


Prometí hablar de una de las muestras de amor expresadas en la novela. Recapacito que quizás toda la novela es una muestra de ese amor, Caridad Cristiana, que debería imperar en nuestras vidas y que a quienes lo llevan a la práctica, les reconcilia con Dios. Y digo Caridad, la virtud máxima, definida por San Pablo, y recogida en el aforismo popular de “hacer el bien sin mirar a quién,” y enseñada por Jesús con su parábola del buen samaritano. Especialmente ilustrativo de este sentimiento inherente a todo ser bueno me pareció el pasaje de la  obra que describe el traslado del viejo sacerdote Anselmo, en pésimas condiciones físicas,    tras la inusual ingesta de buena mesa y bebida, en el castillo de la Condesa, por el médico Meyer, que se reconoce ateo, ayudado por el sacerdote Meredith.  De la entrada del guiñapo humano y misericordiosa (bondadosa) recepción por parte de la pobre y vieja mujer con la que convivía.

Este para mí cuadro de bondad y humanidad se completa en páginas posteriores( 190-191) también referido al padre Anselmo y su explicación del porqué no había seguido las órdenes de su obispo, reproduzco parte del pasaje aludido:

“- Eso sucederá en Roma- gruñó el Padre Anselmo-. Pero aquí no tenemos suficiente dinero…Mire… - lanzó la toalla al suelo con impaciencia - . No somos niños, Monseñor. No me gusta más que al Obispo la posición en que me encuentro. Pero, ¿cómo puedo salir de ella a mi edad? No puedo echar a Rosa a la calle. Es vieja. Ha sido buena conmigo, cuando a muchísimos de mis hermanos en religión les habría importado un comino que yo estuviera vivo o muerto. Dios sabe que es bien poco lo que poseo, pero ella tiene derecho a la mitad…Meredith se emocionó. El dilema de ese hombre era  pavoroso. Por primera vez en su vida sacerdotal comenzó a comprender el verdadero problema del arrepentimiento, que no es el pecado mismo, sino las consecuencias que proliferan de él, …Era terrible pensar que un hombre hubiera caído en la desesperanza y la condenación porque no podía comprar  un par  de juegos de ropa. De pronto, el caso de Giacomo Nerone le pareció pequeño e insignificante al lado del caso del Padre Anselmo. Giacomo, santo o no, era afortunado: había terminado con el largo combate. El resto era glosario y no importaba…    
Y fin.                                                                               

lunes, 20 de octubre de 2014

El Abogado del diablo, Morris West (IV) (Los axiomas de la santidad reconocible)


Intentaré poner fin a mis comentarios en relación a esta espléndida novela de Morris West, pero tengo la seguridad que me dejaré muchas cosas en el tintero, pues muchas, muchísimas, son las cuestiones por él  abordadas en su novela como, por ejemplo las críticas a la Iglesia (pág. 45) y los contrastes de la misma(49); la concomitancia de intereses mundanos (79) ; la pugna con la conciencia, ( 86); la política debe estar fuera de la Iglesia, cuyo interés debe estar en las cosas de Dios(86), mano de Dios que escribe claramente y con sencillez(108); la gracia(110); trabajar con el corazón(149); la pobreza económica(151); la objeción de conciencia(172); los axiomas de las santidad reconocible(189); la influencia temporal de la Iglesia en un país latino(268); la Iglesia como una teocracia con un propio lenguaje hierático(77) frente al lenguaje de Cristo, corriente, lengua vulgar(79) y, etc. etc.

Muchos etcéteras y todos, a mi modesto entender, son tratados sabia y con  amenidad.  La trama principal gira en torno a la figura de Nerone,  el presunto santo e hilo conductor de la narración. Un desertor inglés cuya biografía está llena de sombras y actitudes fuera de los convencionalismos sociales y las prácticas de la religión católica.

En mi primera lectura, me sorprendió que  alguien  tan controvertido  pudiera ser santo y ello se debió a que  pasé por alto las explicaciones sobre los axiomas de la santidad reconocible, espléndidamente citados por West  en la novela (pág. 189) que son los siguientes:

 

1) El elemento de conflicto. “Es un axioma en la Iglesia que una de las primeras señales de la santidad es la oposición que despierta, aun entre las personas buenas. Cristo mismo fue el signo de contradicción. Su promesa no fue la paz, sino la espada. Ningún santo del Calendario pudo hacer el bien sin luchar. A ninguno faltaron detractores y calumniadores.”

 

2) “El bien o el mal tangible que surgía de la vida, obras y prodigios de un candidato a los altares. Aquí también existe un axioma; el axioma bíblico de que un árbol se conoce por sus frutosLa santidad de un hombre queda impresa como un sello en el corazón de otros hombres. Una buena obra se reproduce, lo mismo que crece la semilla de un fruto hasta convertirse en otro fruto.”


domingo, 19 de octubre de 2014

El Abogado del diablo (3), Morris West( Cuando la realidad supera a la ficción)

http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/el-abogado-del-diablo-por-morris-west.HTML
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2014/09/el-abogado-del-diablo-de-morris-west.html
 http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2014/09/el-abogado-del-diablo-2-un-sacerdote.HTML


19 de octubre de 2014

Después de lo antes escrito,  tal vez algunos puedan pensar  que la novela es un tostón. Craso error;  porque la trama y la singularidad de muchos de los personajes allí expuestos, no sólo despiertan el interés dado su realismo, sino que sus circunstancias personales junto a la resolución final de la problemática planteada en torno a cada uno de ellos, dotan de intriga y amenidad a la  lectura.  Ello es, sin duda, mérito  del autor, Morris West, quien tan controvertida cuanto difícil cuestión como la de un sacerdote que sabe próxima su rendición de cuentas ante el Creador,  la ha convertido en un relato cargado de intriga, con personajes y problemas universales y eternos.

Expuesto el matiz anterior, toca hablar de aquellas otras muchas cosas halladas en esta interesante novela, como, por ejemplo, la actitud  pasiva y cobarde, de difícil explicación,  mostrada en el pasado por el filántropo Meyer, un desilusionado médico de origen judío,  hombre noble y bueno que generosamente se afana por mejorar la salud y  las condiciones de vida de los seres de su alrededor; aunque, también hay que decirlo, sin mucho éxito . Es un personaje de vital importancia, porque a través de sus diálogos con Meredith, el  sacerdote Abogado del Diablo, conoce el lector los modos de ser de los moradores de aquel pueblo, los acontecimientos ocurridos en el pasado,  las intrigas entonces forjadas, así como el carácter y las circunstancias personales del resto de los personajes relevantes de esta historia.

Pero, antes de seguir hablando de los otros personajes singulares de esta obra,  considero necesario hablar del  marco o escenario usado por  el autor: Dos apartados pueblos del Sur de Italia, los Gemelli dei Monte , cuyos habitantes, tanto los unos como los otros,  son descritos como gentes rústicas,  elementales, racial y culturalmente mestizos( híbridos, cruzados). Poblaciones muy similares,  dos colectivos humanos de idénticas características,  aunque diferente respuesta y, además, diametralmente opuesta, ante una idéntica cuestión. En este caso, el reconocimiento  de la  santidad de uno de sus habitantes. Uno de los pueblos le reconoce como un santo y reclaman  su beatificación, mientras el otro,  sus principales se abstienen y eluden pronunciarse. El pueblo que defiende la santidad del presunto santo es  vital y próspero. En el otro, sin embargo, la apatía y la desidia reinantes son la tónica desoladora.  Es precisamente en esta población y en sus habitantes donde   se centra la acción de la novela,  describiéndonos los conflictos y los atolladeros surgidos por las diferencias  entre los intereses particulares de la élite del lugar y los del pueblo llano. Y cómo estos intereses,aunque bastardos, de similar modo, en suma, a como acontece en la vida real,  se han impuesto a los del resto, con la utilización de las mismas  universales prácticas y métodos, consistentes en destruir y vilipendiar al que intentó cambiar las cosas, ante la pasividad general. Los unos movidos por el miedo,  otros por la  envidia, y muchos,  acaso mayoría, movidos por su ignorancia.

Llegados a este punto de  la novela, como en tantas  otras ocasiones,  acudo a mi realidad inmediata y más próxima, y  pienso en lo que está pasando a mi alrededor, en Cataluña.  Donde una minoría,  una élite político-económica,  con historial repleto de opacidades y hechos criticables, algunos hasta delictivos, o rayando en lo delictivo, estén llevando a todos los demás a esta situación regresiva, de consecuencias últimas difíciles de predecir
Mientras el resto , puede que hasta mayoría, permanecemos temerosamente callados,inactivos,    pese a que, en reiteradas ocasiones, los hechos hayan demostrado lo que aquéllos son, cómo han actuado y lo que persiguen,  de similar modo al descrito en la trama de la novela de Morris West, por la licenciosa condesa, el frustrado pintor Black, el desobediente cura Anselmo, el altruista Meyer, envidioso del éxito ajeno, y la ignorancia de un pueblo. 
Y para más parecido a la realidad, ante el conocimiento de las autoridades religiosas - encarnado por el Obispo de Valenta en la obra -  y su ambigua e inoperante postura,  temeroso de la negativa repercusión de una definición concreta .

Tampoco acabo hoy con mis comentarios acerca de esta interesante novela. Seguiré Dios mediante.


oooOOOooo


26 de junio de 2017:  La lectura, ayer, de la información publicada en elmundo.es, en su portada, bajo el  sugerente título "El apoyo a la independencia separa a la iglesia catalana", me ha hecho  recordar  algunas de los libros leídos acerca del sacerdocio cristiano, es decir,  el sacerdocio de Cristo, Sumo Pontífice de un sacerdocio eterno, según orden de Melquisedec (Justicia y Paz). Recuerdo que, a su vez, me indujo a releer alguno de mis viejos comentarios  a los libros en cuestión.  Entre los cuales me han parecido dignos de  destacar, y así lo he hecho a través de Google+, los siguientes:

http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2014/03/los-curas-comunistas-de-martin-vigil2.html

http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2014/02/los-curas-comunistas-jose-luis-martin.html

http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/el-poder-y-la-gloria-por-graham-greene.html

http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/henry-morton-robinson-diciembre-2005.html#!/2008/03/henry-morton-robinson-diciembre-2005.html

No obstante ,   el más arriba expuesto, es el que creo  pueda ajustarse mejor a definir lo que está ocurriendo en esta Comunidad (región) de España. Así como,  para muchos de los comunes mortales que aquí vivimos, la incomprensible postura   de algunos del alto clero catalán, según la información publicada por El Mundo. Porque cada uno de ellos es un sacerdote, o sea, un mediador entre Dios y el ser humano, para cosas que miran a Dios, y la salvación del alma. Pero, menos aún , - considero- se puede  esperar ni entender, la falta de definición, en el sentido de dejar hacer y  aparentemente pasar,  de las más altas jerarquías de la Universal Iglesia de Cristo.


29 de junio de 2017( festividad de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, fundadores de la Universal Iglesia de Cristo)  Adjunto enlace con artículo publicado por elmundo.es, "La postura del Vaticano sobre Cataluña: "Todos los españoles tienen que decidir",  cuyo título nos anticipa el contenido del mismo 
http://www.elmundo.es/espana/2017/06/28/5953e9c3e5fdea310b8b4651.html


19 de febrero de 2018. Añado la información publicada en relación al comunicado conjunto de los obispos catalanes, de hace dos días . He seleccionado la publicada por elmundo.es.  

En relación a la polémica que sin duda ha suscitado el pronunciamiento de los llamados obispos catalanes, es decir, de los guías espirituales de las almas cristianas de esta Comunidad, añado este interesante enlace:

http://bibliaparalela.com/acts/10-34.htm


Citas de las que destaco las palabras de Pedro , según Hechos 10, 35 y la referencia cruzada con las de Pablo, Colosenses, 3,25, seguidamente detalladas:

Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo:
     Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación el que le teme y hace lo justo, le es acepto. 36 El mensaje que El envió a los hijos de Israel, predicando paz por medio de Jesucristo, que El es Señor de todos; 37 vosotros mismos sabéis lo que ocurrió en toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó. 38 Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con El. 39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Y también le dieron muerte, colgándole en una cruz. 40 A éste Dios le resucitó al tercer día e hizo que se manifestara, 41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Dios, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con El después que resucitó de los muertos. 42 Y nos mandó predicar al pueblo, y testificar con toda solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como Juez de los vivos y de los muertos. 43 De éste dan testimonio todos los profetas, de que por su nombre, todo el que cree en El recibe el perdón de los pecados.


"Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal que ha cometido, y eso, sin acepción de personas."(Col.3,25)


sábado, 18 de octubre de 2014

Dublineses (y fin) (Las verdades duelen), por James Joyce



Estas historias fueron escritas por un  Joyce , de poco más de veinte años, cuando vivía en París, donde residía con intención de estudiar medicina. Las escribió entre 1902 y 1903, y fue la primera de sus obras. Y a pesar de que lo intentó no vio publicados sus relatos en su "Irlanda" natal.


En el prólogo que ilustra esta edición, su autor, Eduardo Chamorro, explica que el editor de una revista irlandesa ofreció pagar a Joyce una libra por cada uno de los relatos que le entregara para su publicación, pero que, con la tercera de las historias, decidió interrumpirlas debido al rechazo entre el público irlandés por el contenido de las narraciones. Los tres relatos hasta entonces publicados eran  "Las hermanas""Después de las carreras " y "Eveline".  


He detallado el título de las tres narraciones  hasta aquel momento publicadas, porque de  las quince que componen el libro,  no son, según creo,   las más duras para con sus compatriotas masculinos. Aunque  algunos de los personajes reflejaban ya las características  apuntadas por Joyce a lo largo de toda la obra, como, por ejemplo, la prodigalidad en el  consumo de alcohol, el larvado anticlericalismo, la existencia de un nacionalismo oportunista, así como la desafortunada figura de un padre prepotente, borracho y   sin consideración alguna para con su mujer e hijos, víctimas inocentes y sobretodo oportunas para el desahogo de sus  particulares frustraciones  personales.

Leídas las quince historias que componen "Dublineses"  me ratifico en la idea de que las causas reales del  rechazo por parte de los compatriotas de Joyce, fueron  “las verdades” que contaba. Porque, tal como apunta el dicho popular  " las verdades duelen". Y muchas eran las  expresadas por este universal escritor irlandés en su obra. 

Las narraciones ”Contrapartidas", y  "Día de la patria en la oficina del partido", son, pienso, explícitos  ejemplos.

A modo de colofón, copio y pego párrafo extraído de la biografía de Joyce publicado por biografiasyvida.com:

Nacido en el seno de una familia de arraigada tradición católica, estudió en el colegio de jesuitas de Belvedere entre 1893 y 1898, año en que se matriculó en la National University de Dublín, en la que comenzó a aprender varias lenguas y a interesarse por la gramática comparada.Su formación jesuítica, que siempre reivindicó, le inculcó un espíritu riguroso y metódico que se refleja incluso en sus composiciones literarias más innovadoras y experimentales. Manifestó cierto rechazo por la búsqueda nacionalista de los orígenes de la identidad irlandesa, y su voluntad de preservar su propia experiencia lingüística, que guiaría todo su trabajo literario, le condujo a reivindicar su lengua materna, el inglés, en detrimento de una lengua gaélica que estimaba readoptada y promovida artificialmente





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Detallo mis otros comentarios  en relación a esta misma obra de juventud de Joyce   :






https://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/dublineses-por-james-joyce-una-madre.html







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Dublineses, (1) por James Joyce



 
Han transcurridos unos cuantos días desde que terminé de leer este libro de Joyce . Hay ocasiones en que los libros, como las infusiones, debemos dejarlos reposar un poco.
El libro me gustó. Porque son historias que reflejan circunstancias y hechos cotidianos, así como personajes y situaciones sencillas, verosímiles y también universales. Llamó mi atención la reiterada aparición, en muchas de las narraciones, de varones adultos con una exacerbada inclinación por la bebida, en la que se gastan lo que tienen y lo que no tienen. Como contraste  a lo antes dicho, he visto resaltadas muchas bondades y virtudes en los personajes femeninos, descritos como encarnaciones de arraigo y defensa del entorno familiar, y ejemplos de esfuerzo personal. Las describe y representa inteligentes, discretas, sensibles y amorosas con y para los suyos. Hacendosas y  elemento principal del núcleo familiar, soportando y cuidando con múltiples atenciones, muchas veces no merecidas, a unos  egoístas e indolentes esposos, padres y hermanos.

Entre estos personajes femeninos los que más me impactaron fueron Eveline, la protagonista de la historia de igual título, María, de "Arcilla
",  la Sra. Kearney de "Una madre”, y  el trío de las dos tías y sobrina de "Los muertos", la última de las narraciones que componen este libro; y quizás la más conocida por haber sido llevada al cine por el famoso cineasta norteamericano Houston.

En esta narración, "Los muertos", a través de los numerosos personajes femeninos que aquí aparecen, capitaneados por el ya aludido trío anfitrión, Julia , Kate, y Mary-Jane, seguidas por la joven sirvienta, Lily, la señorita Ivors, una nacionalista recalcitrante, para terminar con la esposa del protagonista de la historia, conmocionada al oír una vieja melodía irlandesa,(La doncella de Aughrim), Joyce  nos da una secuencia de los prototipos de mujeres  de su Irlanda natal.

Opino, pues, que Joyce tuvo un buen concepto de las dublinesas. Sensación que subyace en la mayoría de las historias contadas en este libro. En el que abundan los personajes femeninos atractivos, y el que más - pienso - la "feíta" de María, del relato titulado "Arcilla", ya citado por mí,  a la que su jefa , en la lavandería en la que trabajaba, una protestante, le decía: " María, llevas verdaderamente la paz contigo " 




miércoles, 15 de octubre de 2014

QBVII , la sinrazón(V)


 

En mi comentario anterior hablé de Kelno y de su comportamiento cruel y discriminatorio con los judíos que, como él, estaban encerrados en un campo de exterminio, y la mayoría de los cuales, al igual que él, eran polacos. Un personaje detestable. Hoy hablaré de un detalle de su biografía del que tal vez deberíamos recoger las enseñanzas que creo quiso dar el autor, León Uris, acerca de la sinrazón de ciertas conductas humanas guiadas por exacerbados sentimientos nacionalistas.


En las primeras páginas de la novela (páginas 15 al 18 y 22) se nos refiere el historial del médico polaco durante la SGM y cómo recién terminada ésta, Kelno, huyó de Varsovia, y, luego, ya en Monza (Italia), fue investigado por una comisión interna compuesta por miembros de los llamados "polacos libres". La misma facción política nacionalista a la que pertenecía Kelno, la cual le absolvió a pesar de las contundentes evidencias( pruebas) de su colaboración con la Alemania Nacional Socialista. Primó “lo de uno de los nuestros”, y se olvidó del universal criterio de justicia de que el que ha hecho mal merece proporcional castigo al mal infringido. No fue así, el parcial tribunal  le dejó impune a sabiendas de sus fechorías. Este sinvergüenza y criminal, en suma, podía haber rendido cuenta por sus crímenes. Pero, los suyos, los nacionalistas polacos que entonces le juzgaron
cegados por un bajo sentimiento  patriotero, lo impidieron; para lo cual movilizaron los testimonios a favor y obviaron los probados pero contrarios.

 
Menos mal que estamos leyendo una novela, es decir, ficción. Invención que espero esté muy lejos de la realidad. Aunque mis dudas tengo cuando lees de tantas y tan
arbitrarias disposiciones judiciales, así como de las ayudas, de las  subvenciones, los premios literarios, y hasta de titulaciones universitarias dadas en esta España de mis amores y desamores, y en especial en esta  Cataluña de mi corazón, por razón única y exclusiva de ser sus destinatarios tan " nacionalistas" como los miembros de los jurados , tribunales, universidades , etc. que los conceden.

QBVII - el demandante(IV)

Habiendo hablado del demandado, toca ahora hablar del demandante, el doctor Kelno, un médico polaco  que durante la Segunda Guerra Mundial estuvo prisionero en un campo de exterminio de la Alemania Nacional Socialista, en donde ejerció como médico. Kelno  es citado por  Cady en uno de sus libros, publicado muy posteriormente a la SGM, sobre el holocausto judío. Cita que el médico estima lesiva para su honor y entabla una demanda ante los tribunales del Reino Unido por libelo contra el escritor y el editor del libro.

Este personaje me engañó. Me dejé llevar demasiado por la última parte de la historia que lo muestra como un científico entregado a causas nobles y el bien común, además de ser padre y esposo preocupado por los suyos. Ello me indujo a la convicción de que el insigne doctor, tal como él alegaba, fuera víctima de un complot dirigido contra su persona por razón de su ideología política.
 La conducta que se demostró tuvo para con el colectivo de judíos polacos en el campo de exterminio, testimoniada en el juicio, me resultaba difícil de conciliar con la del Kelno altruista, humanitario y que contribuyó a salvar la vida de otros muchos compatriotas suyos polacos, pero no judíos. 

Como eximente se adujo que Kelno tenía una perturbación mental  fruto de la crueldad de su padre para con él cuando era niño y  causa, asimismo,  de su incapacidad de retrospección y de distinción clara entre el bien y el mal. Argumento poco convincente porque  su comportamiento médico en el campo de concentración no fue igual para con todos los enfermos que él atendía. No. Este doctor diferenciaba  bien a sus pacientes y practicaba una u otra clase de “medicina” según el linaje del enfermo. En resumen, el personaje Kelno, tal como está explicado en la novela, es altruista y bueno con los suyos, pero malo hasta la perversidad con los que no consideraba fueran sus iguales.(judíos, prostitutas, gitanos, homosexuales, etc.)


Hoy soy incapaz  de continuar con este tema .Lo dejo.