jueves, 13 de marzo de 2008

Grandes escritores chilenos, julio, 2004

Ayer 12 de julio se conmemoró el centenario del nacimiento de Pablo Neruda, el segundo Nobel de Literatura chileno. El primero, en 1945, lo obtuvo una ex-maestra de escuela, la poetisa conocida por Gabriela Mistral. Me llama mucho la atención el gran eco que despierta en los medios españoles Neruda frente al nulo de Gabriela Mistral. Prácticamente desconocida, a pesar de su encomiable papel en el tema de la educación y de los niños, incluidos los españoles a quienes especialmente favoreció con sus donaciones para los huérfanos de la Guerra Civil.




20 de abril de 2015: Seguidamente, reproduzco (corto y pego) aquellos rasgos de la biografía de esta autora que más me han impresionado, leídos en la, a mi modesto entender, excelente página biografíasyvidas.com.

"Gabriela Mistral, seudónimo literario de Lucila Godoy Alcayaga; Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957) Poetisa y educadora chilena(...)desarrolló una expresividad propia basada en un estilo elemental de imágenes intensas, con el que desnudó su intimidad dolorida y un corazón rebosante de amor, volcado …sobre los niños, los desvalidos o su propia tierra, en tonos hondamente religiosos. Su vida se movió sin pausas entre la literatura, la docencia y la carrera diplomática (...)Hija de un maestro de escuela, con dieciséis años decidió dedicarse ella también a la enseñanza; trabajó como profesora de secundaria en su país y como directora de escuela(...)Ese mismo año(1922) dejó Chile para trasladarse a México, a petición del gobierno de este país, con el fin de que colaborara en la reforma de la educación iniciada por José Vasconcelos. En México, Gabriela Mistral fundó la escuela que lleva su nombre y colaboró en la organización de varias bibliotecas públicas, además de componer poemas para niños (Rondas de niños, 1923) por encargo del ministro de Instrucción Pública mexicano, y preparar textos didácticos como Lecturas para mujeres (1924). Terminada su estancia en México, viajó a Europa y a Estados Unidos, y en 1926 fue nombrada secretaria del Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Naciones. Paralelamente, fue redactora de una revista de Bogotá, El Tiempo (sus artículos fueron recogidos póstumamente en Recados: contando a Chile, en 1957). Representó a Chile en un congreso universitario en Madrid y pronunció en Estados Unidos una serie de conferencias sobre el desarrollo cultural estadounidense (1930).En 1945 Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura (fue la primera concesión a una escritora en lengua española) y en 1951 el Premio Nacional de Literatura de Chile. (…) En sus obras expresó temas como el sufrimiento o la maternidad frustrada, así como inquietudes religiosas y sociales que responden a su ideología cristiana y socialista. (…). Sin embargo, su verdadera personalidad se revela, sincera, poderosa y conmovedora, en versos por los que circula una intimidad dolorida y una ternura en busca de sus propios cauces de manifestación. La obra de Gabriela Mistral pasó por distintas etapas; en un primer momento, con la publicación de Desolación (México, 1922), existe un fuerte predomino del sentimiento sobre el pensamiento, a la vez que una cercanía muy estrecha con lo religioso. Los temas que aparecen en este libro, bajo una profunda reivindicación del retorno a valores de una trascendente espiritualidad, giran en torno a la frustración amorosa, al dolor por la pérdida, la muerte, la infidelidad, la maternidad y el amor filial, todo ello envuelto en la reflexión adulta de la poetisa, que vivió el suicidio de su amado como una pérdida irreparable(...)Con Tala (1938), considerada una de sus obras más importantes, Gabriela Mistral inauguró una línea de expresión neorrealista que afirma valores del indigenismo, del americanismo y de las materias y esencias fundamentales del mundo(…)Atenta a los problemas de su tiempo, en el género de los "Recados" (un tipo muy personal y elaborado de artículo periodístico, recogidos en Recados: contando a Chile, 1957), Mistral analizó múltiples temas, como la condición de la mujer en América Latina, la valoración del indigenismo, la educación de los pueblos americanos, la necesidad de elevar la dignidad y condición social de los niños en el continente, la religiosidad, el judaísmo y la maternidad. Sus ensayos educacionales fueron reunidos en el libro Magisterio y niño (1982)."

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario