He estado releyendo algunas de las muchas páginas dedicadas por su autor a Cristo. Reconozco mi incapacidad para resumir los para mi bellos conceptos, consideraciones e ideas allí plasmados sobre Jesús de Nazaret y su significado para Wilde. Hablaré, pues, de lo que mi capacidad me permite que son sólo algunos simples detalles o curiosidades leídas en" De Profundis", como por ejemplo, la alusión a "los cuatro poemas en prosa que tratan de Cristo" que hace de los Evangelios. Y de su costumbre en la cárcel de, cada día, leer una docena de versículos, elegidos por él al azar, acto que calificó como de "un modo delicioso de comenzar el día"(p.135). Asimismo, señala su convencimiento del uso de la lengua griega por Jesús, debido a " que el griego era el idioma corriente en toda Palestina, o mejor dicho, en todo el Oriente"(pag.135), y se regocija con la posibilidad de que Cármides podía haber entendido lo que Él(Jesucristo) decía; Sócrates filosofando con Él; y que Platón podía haberle entendido... (pág. 135)
Cita el Evangelio escrito por San Juan para señalar cómo es resaltada "la imaginación, y como es ésta la esencia de toda vida espiritual y material; y además - arguye- que para Cristo la imaginación fue simplemente una forma del amor, siendo para Él el amor soberano, en el sentido más completo de la palabra" (pág.136). Para abundar en su reconocimiento o sobrevaloración del amor sobre todas las cosas, Wilde afirma:
"De amor y admiración deberíamos vivir nosotros. Y, cuando se nos demostrase amor, reconocer que somos indignos de él. Nadie merece ser amado. El que Dios ame a los hombres nos prueba que en el orden divino de los bienes ideales está escrito que el amor eterno le será otorgado a quien es eternamente indigno de él, y si estas palabras parecen demasiado amargas, digamos , en su lugar, que todos son dignos de amor, salvo aquellos que creen serlo".(pág. 137)
Para OW, Cristo cuenta entre los poetas y alega :
"su concepción de la humanidad provenía directamente de la imaginación, y sólo a través de ésta puede ser comprendida"(pág. 122)... Shelley y Sófocles son hermanos suyos...Pero su misma vida constituye el más maravilloso de los poemas, y nada hay, en todo el ciclo de la tragedia griega, que pueda igualar" el temor y la piedad" de esta vida... (pág.123).
Las lecturas de Wilde de los Evangelios eran
directamente del texto griego, es
decir, interpretación personal y propia. A este respecto, en la página 135 se
lee:
"Por Navidad
conseguí exhumar una Biblia griega...La constante,
monótona e intempestiva repetición de los Evangelios, ha desvirtuado para nosotros su
romántico encanto, su lozanía, su ingenuidad, su sencillez. Su lectura nos es
hecha con demasiada frecuencia y demasiado mal...Volviendo a tomar el texto
griego, parece como si uno saliese de una habitación lóbrega y estrecha y
penetrase en un jardín lleno de lirios."
Cuando califica a Cristo de poeta le añade el calificativo de romántico:
"El imperio de la imaginación en el temperamento de Cristo es lo que le
convierte en el centro e impulso del romanticismo... Él es "únicamente
imaginación", de igual materia se compone el mundo...(p.134).
Y
habla de su propósito de "cuando vuelva a escribir, o sea
cuando cree una nueva obra de arte," tratar a fondo dos temas:. "Cristo como
precursor del movimiento romántico en la vida" y "La vida del artista
y el arte de la vida".
Vio en Cristo las características esenciales del
tipo romántico con todo lo accidental y arbitrariedades del temperamento
romántico...el primero- escribe- que invitó a los hombres a llevar "una vida igual a las
flores"...en los niños el modelo que debemos intentar copiar...comprendió
que la vida está sujeta a cambios frecuentes, que es fluida y activa, y que
comprimirla dentro de una forma rígida sería la muerte...que los hombres no
deben preocuparse demasiado de los intereses materiales de cada día... su moral
sólo es amor...no podía soportar los sistemas rutinarios, mecánicos e
inanimados...no reconocía leyes, sino…excepciones...la base esencial de la vida
natural...amaba a los ignorantes...no podía resistir a los necios, en
particular a aquellos embrutecidos por la educación...hubo de luchar
principalmente contra los filisteos(¿fariseos?)...lucha que todo hijo de luz se
ve obligado a proseguir... (p.137 a 139)
Muchas son, en fin, las ideas y las afirmaciones de este tenor
vertidas en esta obra por Wilde,
pero, por hoy, concluyo.
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28 de febrero de 2015: Seguidamente, pego cuadro cogido de Wikipedia en el que se recogen los testimonios de Sullivan sobre Wilde en su época de estudiante:
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28 de febrero de 2015: Seguidamente, pego cuadro cogido de Wikipedia en el que se recogen los testimonios de Sullivan sobre Wilde en su época de estudiante:
"Conocí a Oscar Wilde a comienzos de 1868 en la Portora
Royal School. Tenía él a la sazón trece o catorce años. Su lacia
melena rubia, muy crecida, era uno de sus rasgos distintivos. En aquel entonces
su carácter era sumamente infantil, inquieto, casi revoltoso cuando no estaba
en clase. Sin embargo, no tomaba parte en ninguno de los juegos ni deportes de
los alumnos. A lo sumo, veíasele alguna vez que otra en uno de los botes del
colegio, paseando por el Loch Erne, pero nunca pasó de ser un remero mediocre.
Aún de niño, era ya un conversador excelente; sus capacidades
descriptivas excedían con mucho a lo usual, y sus exageraciones humorísticas de
los sucesos del colegio eran altamente divertidas. Uno de los lugares
favoritos de los muchachos para descansar y charlar en las tardes de invierno
era alrededor de una estufa que había en el Stone Hall; allí brillaba y
sobresalía Oscar. [...] En el colegio casi todo el mundo le llamaba Oscar, pero
tenía un mote, Cuervo Gris (Gray-crow), que le llamaban
cuando querían hacerle rabiar, cosa que le molestaba en extremo. El origen de
dicho mote, [...], permanece para mí en el misterio. [...]
Aún en aquellos días escolares predominaba ya en él la imaginación; pero siempre había en su narración de aquel acontecimiento algo que daba a entender que de sobra comprendía él que los oyentes no dejaban engañar [...] Jamás se interesó lo más mínimo por las matemáticas, ni en la escuela ni en el colegio. Se reía de la ciencia y nunca tuvo una buena palabra para un profesor de matemáticas o de ciencias; pero tampoco había la menor malevolencia ni rencor en nada de lo que dijera sobre ellos; ni, a decir verdad, sobre nadie. Los clásicos absorbieron casi por entero su atención en sus últimos tiempos escolares, y la fluida belleza de sus traducciones orales en clase, [...], era algo que no se olvidaba fácilmente”.
Aún en aquellos días escolares predominaba ya en él la imaginación; pero siempre había en su narración de aquel acontecimiento algo que daba a entender que de sobra comprendía él que los oyentes no dejaban engañar [...] Jamás se interesó lo más mínimo por las matemáticas, ni en la escuela ni en el colegio. Se reía de la ciencia y nunca tuvo una buena palabra para un profesor de matemáticas o de ciencias; pero tampoco había la menor malevolencia ni rencor en nada de lo que dijera sobre ellos; ni, a decir verdad, sobre nadie. Los clásicos absorbieron casi por entero su atención en sus últimos tiempos escolares, y la fluida belleza de sus traducciones orales en clase, [...], era algo que no se olvidaba fácilmente”.
—Oscar Wilde en la escuela según sir Edward
Sullivan
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