"El derecho de asilo "es el título del séptimo y último de los cuentos de la antología. El único que está ambientado en época reciente, en un imaginario país iberoamericano con un sistema político muy parecido al de Cuba, antes del régimen totalitario de Castro. Es decir, una república en cuyo gobierno se suceden políticos corruptos que la gobiernan y mal administran como si de una finca particular se tratase. Gobierno al que han llegado no por las urnas, sino por las armas; mediante sublevaciones militares y golpes de estado.
El relato es desenfadado y desde el principio despierta el interés. La historia contada, como por el título pudiéramos esperar, no tiene ribetes reivindicativos en cuanto a derechos humanos o causas similares. Así me pareció. Por otra parte, pienso que Carpentier peca de subjetividad cuando, para describir las prácticas opresoras de la dictadura instaurada en el figurado país, alude a "las humillaciones, las torturas clásicas, practicadas por la Gestapo y la FBI americana". Me pregunto si¿ no había ejemplos más cercanos, como, por ejemplo, las practicadas en Santo Domingo por Trujillo, los Papa Doc en Haití, o en su propio país, Cuba, por Machado en los años 30 y al presente por los Castro?.
El cuento, en resumen, nos describe un mundo de corrupción política, económica, y social(o sea, moral) así como las vicisitudes por las que atraviesa uno de sus principales corruptores; un ex miembro del gobierno derrocado que ha buscado refugio en una embajada de un país fronterizo. Quien, finalmente, en el país que le ha acogido, con su buen hacer, -deslealtad y engaños - logra recuperar el estatus perdido.
En esta narración son citadas las famosas novelas de caballería Amadís de Gaula, El caballero Cifar y Tirante el Blanco. De este último son reproducidos, incluso, algunos versos. Ello me trajo nuevamente a la memoria los parecidos, según creo, del escritor cubano (*) con Cervantes.
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(*) Alejo Carpentier recibió el Premio Cervantes.
16 de noviembre de 2014: Acabo de releer el comentario anterior y he realizado unas necesarias correcciones. Pero su lectura me ha llevado a la Cuba del presente, país de Alejo Carpintier, y a la dictadura totalitaria a la que dicha nación está sometida desde hace más de cincuenta años. Dictadura larga y férrea; cuyos abusos y desmanes son silenciados y que han conducido a la en otros tiempos denominada " Perla de las Antillas" a una total regresión y ruina. Ruina de la que su capital, La Habana, especialmente la llamada "Habana Vieja"es el mejor y acusador ejemplo.
16 de noviembre de 2014: Acabo de releer el comentario anterior y he realizado unas necesarias correcciones. Pero su lectura me ha llevado a la Cuba del presente, país de Alejo Carpintier, y a la dictadura totalitaria a la que dicha nación está sometida desde hace más de cincuenta años. Dictadura larga y férrea; cuyos abusos y desmanes son silenciados y que han conducido a la en otros tiempos denominada " Perla de las Antillas" a una total regresión y ruina. Ruina de la que su capital, La Habana, especialmente la llamada "Habana Vieja"es el mejor y acusador ejemplo.
No obstante no son las ruinas físicas o materiales las que me han venido a la mente, sino las gentes de allí, los cubanos que han querido huir del paraíso de los Castro, y en su desesperación han usado los más distintos y difíciles modos, desde asaltar embajadas, tirarse al mar en una balsa hecha con neumáticos para alcanzar las costas de La Florida, meterse en el fuselaje de un avión, o en un cajón, y auto enviarse por correo. Sin olvidar aquel ingenioso cubano que transformó un viejo vehículo en un bote-camión que lograba surcar el peligroso Mar de Las Antillas cuando la Marina Norteamericana lo avistó, y puso fin a la aventura del intrépido Ulises cubano. Todas estas historias - creo- son más dignas de ser contadas porque son testimonios fidedignos de la realidad de aquel físicamente lejano país, aunque cercano en el corazón.
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3 de noviembre de 2022: El pasado 29 de octubre de nuevo,
desafortunadamente, unos cubanos que deseaban abandonar Cuba, fueron embestidos
por una de las patrulleras que vigilan las costas cubanas, y cinco de los ocupantes perecieron, no
ahogados, sino , al parecer, como consecuencia de los golpes recibidos por el choque
con la patrullera. Tres mujeres, un hombre y una criatura de cinco años. (DEP).
Como sucede con muchas de las cosas que pasan en Cuba, esta
noticia pese a su gravedad y trascendencia, está pasando totalmente
desapercibida.
El trágico suceso ocurrió en Bahía Honda, en la parte
occidental de la Isla.