Este comentario se refiere al prefacio general escrito por Balzac a la primera edición de La Comedia humana, de julio de 1842. El cual he hallado en el tomo I, de la edición preparada por Augusto Escarpizo, Editorial Lorenzana, 1964. Traducción de Juan Godo Costa.
Ayer lo leí nuevamente. Pienso que su lectura se hace obligada para todo aquel que quiera acercarse al conocimiento de las verdaderas intenciones e ideas balzaquianas.
Yo sólo me ceñiré a transcribir aquellos trozos que considero significativos, según los cuales Balzac nos dice:
"...El Estado Social tiene azares que no se permite la Naturaleza... La descripción de las Especies sociales era, por lo tanto, doble, ...no considerando más que los dos sexos...la obra por hacer debía tener una triple forma: los hombres, las mujeres y las cosas, es decir las personas y la representación material que esas personas dan de su pensamiento...Leyendo... ¿quién no se ha dado cuenta de que los escritores han olvidado, en todos los tiempos, en Egipto, en Persia, en Grecia, en Roma, darnos la historia de las costumbres.
...¿cómo hacer interesante el drama de los tres o cuatro mil personajes que ofrece una Sociedad?...hasta nuestra época, los más célebres narradores habían empleado su talento en crear uno o dos personajes típicos, en pintar una cara de la vida. ...encontré la razón de ese talento en la infinita variedad de la naturaleza humana. El azar es el más grande novelista del mundo: para ser fecundo no hay más que estudiarlo. La Sociedad francesa iba a ser el historiador, yo no debía ser más que el secretario. Levantando el inventario de los vicios y de las virtudes, reuniendo los principales hechos de las pasiones, pintando los caracteres, eligiendo los acontecimientos primordiales, componiendo los tipos por medio de la reunión de los rasgos de varios caracteres homogéneos..."
“...un escritor..., ¿no debía estudiar las razones o la razón de esos efectos sociales, sorprender el sentido oculto de ese inmenso conjunto de figuras, de pasiones y de acontecimientos?...
“La ley del escritor, lo que le hace tal,...le hace igual, y quizá superior, al hombre de Estado, es una decisión cualquiera sobre las cosas humanas, una devoción absoluta a los principios...' 'Un escritor debe tener en moral y en política opiniones decididas, debe mirarse como un educador de los hombres; pues los hombres no tienen necesidad de maestros para dudar'', ha dicho Bonald. (pág.20)”“El hombre no es bueno ni malo, nace con instintos y aptitudes; la Sociedad, lejos de depravarlo, como ha pretendido Rousseau, lo perfecciona, lo hace mejor, pero el interés desarrolla también sus inclinaciones malignas. El Cristianismo, y sobre todo el Catolicismo, siendo...un sistema completo de represión de las tendencias depravadas del hombre, es el mayor elemento del Orden Social." (pág. 20).
“La enseñanza o, mejor dicho, la educación por los Cuerpos Religiosos es, pues, el gran principio de la existencia de los pueblos, el único medio de disminuir la suma del mal y de aumentar la suma del bien en toda Sociedad.” (pág.21).
“El pensamiento, principio de los males y de los bienes, no puede ser reparado, domado, dirigido más que por la religión. La única religión posible es el Cristianismo”.... El Cristianismo ha creado los pueblos modernos, él los conservará. (pág.21).”
“…consideré a la Familia, y no al Individuo, como el verdadero elemento social (pag.21)”
“Si decís verdad...si a fuerza de trabajos...llegáis a escribir..., os arrojan la palabra inmoral a la cara. Sócrates fue inmoral, Jesucristo fue inmoral; los dos fueron perseguidos en nombre de las Sociedades que ellos derribaban o reformaban. Cuando se quiere matar a alguien se le tacha de inmoralidad. Esta maniobra, familiar a los partidos, constituye una vergüenza para todos los que la emplean (pág.23).”
“...en el cuadro que trazo se encuentran más personajes virtuosos que personajes reprensibles. Las acciones reprobables, las faltas, los crímenes, desde los más ligeros hasta los más graves, hallan siempre en él su castigo, humano o divino, clamoroso o secreto. (pág. 23)”
“La historia no tiene por ley, como la novela, el impulso hacia un bello ideal. La historia es o debería ser lo que fue; mientras que la novela debe ser el mundo mejor...Pero la novela no sería nada si, en esta augusta mentira, no existiera verdad en los detalles.(pág. 24)”
“Yo no comparto la creencia en un progreso indefinido de las Sociedades; creo en el progreso del hombre sobre sí mismo...(pág.24)”
“... dos o tres mil figuras sobresalientes de una época, pues tal es, en definitiva, la suma de los tipos que presenta cada generación y que La Comedia humana comprenderá.(pág.26)
"La inmensidad de un plan que abraza a la vez la historia y la crítica de la Sociedad, el análisis de sus males y la discusión de sus principios, me autoriza, creo yo, a dar a mi obra el título con el que aparece hoy: La Comedia Humana".(pág.29)
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